El águila y la serpiente
Como cada mediodía la serpiente se reunía con sus amigos reptiles, con los cuales pasaba horas y horas riendo. Parecía ser que ella era la graciosilla del grupo, la ''payasa'' por decirlo de algún modo. Los lagartos, las tortugas, hasta incluso los cocadrilos le pusieron el sobrenombre de ''la chistes''. Era apreciada por toda la fauna. Un águila llevaba varios días volando clandestinamente y sin ninguna compañíapor los alrededores, por los más anchos árboles, espiando a diario entre las ramas, las tertúlias que mantenian los reptiles, hasta cansarse.
Estuvo un par de días sin aparecer y cada reptil marchaba a su correspondido hábitat. Al quedarse sola la serpiente, camino a su casa, se le acercó el águila y con sus afiladas garras, le agarró y se la llevó volando. La serpiente, asustada, gritaba para que la soltara, pero el águila, refunfuñando, le dijo: - ¿No te crees tan graciosa? ¿ No ves que todos te adoran? ¡Si acabo contigo, seré conocido en todo el mundo!
La serpiente entonces dedujo que era poco apreciado entre los suyos, un auténtico marginado que iba en busca de atención. La serpiente quiso ayudarlo, pero el ave se ponías más furioso aún al hablar del tema, entonces ya empezó a temer por su vida, cuando le mordió la pata por la qual estaba sujetada. Cayeron en picado, hasta impactar contra el suelo. El águila murió y la serpiente al amortiguarse la caída con la tripa del pájaro, sobrevivió.
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